viernes, 28 de junio de 2013

Llora.

Si, llora con todas tus fuerzas y mientras lo haces grita, grita todo lo que quieras, tan alto y fuerte como puedas. Llora hasta que pierdas la voz, hasta que te duela la garganta, hasta que los ojos los tengas hinchados y rojos. Llora, sacando toda esa rabia y dolor que sientes, llora hasta que te quedes vacía por dentro, llora hasta que mates a todos tus demonios que te clavan agujas por todos lados. Llora hasta que no te quede aliento. Llora tumbada en la cama, con la música a tope para no oírte. Llora, y llora y llora. No importa por que lo estas asiendo. Si te rompen el corazón, si te engañan, si te haces daño, si te lastiman, llora. Saca todo ese dolor, llorando. Pero por favor, cuando lo saques una vez, ya es suficiente. No llores a medias, sácalo todo. Aunque te veas horrible. Hazlo, llora y sácalo todo, y una vez libre de tus demonios entiérralos, muy hondo, de donde no vayan a revivir. Y sé feliz, mírate al espejo, límpiate las lágrimas, y sonríe y ya se feliz. Pero sobre todo, y lo más importante, si lloras, hazlo sola. No demuestre debilidad por nadie ni nada, porque hasta nuestra sombra, desaparece en la oscuridad.

1 comentarios:

Francheska Pujols dijo...

Grandioso , amo stos poemas

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