sábado, 15 de junio de 2013

Defectos.

Si me pusiera a listar defectos míos de los que soy consiente seguramente tendría una lista bastante digna de cualquier antagonista de novela, sin embargo, mi falta humildad resalta sobre la mayoría de mis desperfectos como persona. Desde hace años he tratado sin resultados de corregir este defecto, es uno de los que más me siento avergonzada y que más problemas me ha causado, hoy ha dejado huella, me aferré a escuchar palabras que exigían más de lo que me pueden dar, no tenía derecho a pedir eso, me siento avergonzada porque incluso pensé en el chantaje, no pude despedirme porque un nudo en el estómago me invitaba a no ignorar lo sucedido, conocía la respuesta a mi despedida habitual, no me merecía un adiós afectivo, no quise ser grosera, mi intención fue de castigarme y reflexionar lo sucedido, quise ser prudente y no empeorar, y a pesar de, todo salió mal.

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