lunes, 13 de mayo de 2013

Irreversible.

Ahí se encontraba ella, mordiendo sus labios con la fuerza que le provocaban aquellos celos obtusos. «¡Maldita sea!» se decía a su misma al sentir las lágrimas correr por sus mejillas. «¿Por qué soy tan estúpida» se repetía al ver una foto de ellos juntos. Y así se le fueron los días, sentada frente a aquel ordenador que la torturaba mostrándole comentarios cursis de personas que ella no conocía hacia la pareja. «Son felices» concluyó con una mueca de tristeza. Tomó una profunda bocanada de aire y se tiró en su cómoda cama con el fin de caer en un sueño profundo que la haga olvidarse de la realidad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Fracasando una y otra vez...

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