jueves, 16 de mayo de 2013

Corazón arrugado.

Dejaba mi taza de café a un lado, aún cuando bebía pequeños sorbos mientras detallaba cada una de las burbujas que reventaban en la superficie. Tomé un trozo de hoja vieja y con un bolígrafo negro comencé a escribir una mala historia de amor: mi pasado contigo.

Mojaba una y otra vez cada página con mis lágrimas, pero seguía redactando cada error, cada momento de felicidad y cada lágrima que anteriormente derramé por tí.

Acabada aquella carta, la doblé en cuantos trozos pude.
Armaba una figura, una jirafa, un perro o un perico.
Hacía un origami con tus recuerdos,
a los que rayé en mi diario:
"El pasado solo sirve de decoración".

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